20140909

It grows stronger.



Desde hace tiempo que lo siento crecer. Puedo percibir cómo se aferra a mi piel, desde el lado de adentro, enganchándose y escalando por ella, subiendo por todo mi cuerpo. Puedo notar cómo me rodea la columna vertebral, como una sombra oscura con una sonrisa blanca y maligna, y la oprime hasta el punto de no permitirme siquiera pensar. Ahí es cuando vienen las dudas, esas motas blanquecinas como copos de nieve que me caen encima y, heladas, se derriten al contacto con mi piel; mis poros absorben ese líquido claro, que pasa a formar parte de mí y se extiende a través de mi cuerpo al igual que esa sombra maldita.
No reconocerse a uno mismo es... un infierno. Mirarse en el espejo y no conocer a la persona que se ve en él da un vértigo inexplicable; se siente como si uno se hallase de cara al abismo, a punto de caer, a sabiendas de que lo que uno desea está allí... pero incapaz de armarse de valor para saltar. Más aun cuando aquel objeto de deseo es desconocido, porque al fin y al cabo, ¿de qué se tratan todas esas dudas que me atacan constantemente, si no?
No me siento cómoda en donde estoy, pero de veras me pregunto dónde diablos es que sí me sentiría cómoda, porque es algo que realmente no sé. Me pregunto si alguna vez conseguiré sentirme así... creo que no. No morfológicamente.
Tengo tantos prejuicios de los que soy consciente y que me cuesta tanto eliminar. No me puedo ver por debajo de ninguna otra persona, y eso me dificulta tantas cosas. Tengo tantas dudas, tantas motas blancas bañándome los párpados e impidiéndome ver con claridad. Tengo tanto para decir... y nadie con quien hablarlo. Nadie que vaya a entender.
Me produce... terror.
No se puede luchar contra la biología... y me temo que, aunque se pudiese, no tendría el valor suficiente como para encarar a mis guardianes y creadores después de haber ganado la batalla.


'Cause if I burn, so will you.