20140525

No.



Ahora que por primera vez siento lo que es no poder moverse,
-no es como si no pudiera moverme, pero es un hecho que puedo hacerlo mucho menos que antes-
una desesperación corrosiva me insta a ponerme en movimiento.

No quiero quedarme para siempre en este lugar, quiero cortar este dolor de raíz y forzar a este estúpido eje inmóvil en el centro exacto de mi cuerpo a ceder. Tiene que ceder. No soporto estar de brazos cruzados esperando. No puedo, no puedo, no puedo.

No puedo caminar bien.
No puedo dormir bien.
No puedo sentarme sin sentir el dolor recorriéndome la espalda como si se tratase de un clavo incandescente atravesando mis vértebras.
No puedo pensar.
No puedo hacer nada sin ser consciente del dolor físico... ni del dolor mental, porque el simple hecho de darme cuenta de que es mi propia columna destruyéndose a sí misma me ciega y me hace temblar de la impotencia y la furia.
No-puedo-quedarme-acá.

Necesito obligarla a ceder. Necesito que el dolor se vaya. Me estoy ahogando en mi propia frustración y la simple idea de esperar me retuerce las entrañas y me genera más ira de la que ya corre por mis venas.

Necesito demostrarle que no me va a detener. Necesito moverme.
'Cause if I burn, so will you.