Three colors for an unbelievable lie.

¿Qué otra cosa puedo hacer? Si no olvido, moriré.

Empiezo a preguntarme si realmente sabemos en lo que nos estamos metiendo. Si sabemos lo que aparentamos, si tenemos alguna idea sobre lo que significa lo que pensamos, si sabemos que todo, al fin y al cabo, forma parte de una gran estupidez. Me pregunto si conocemos los significados de nuestros símbolos y las mil y un acepciones que tienen nuestras palabras. Me pregunto si coprendemos los colores con los que todo lo pintamos y si notamos lo que representan las imágenes que tomamos, dibujamos y fotografiamos. Me pregunto si la aparente ausencia de sonrisas en nuestros rostros tiene la calificación de la gente que nosotros pensamos y si tenemos alguna razón particular para hacer esto. Me pregunto si en realidad estamos mintiendo, o en nuestra búsqueda de la verdad seguimos los caminos equivocados. Me pregunto si formamos parte de una moda actual, un modelo a seguir, que nos está matando a todos -esa no es una nueva historia- y con el que muy en el fondo estamos felices -esa sí-. Me pregunto si lo que hacemos lo accionamos porque nosotros queremos. Me pregunto si creemos que tenemos razón cuando en realidad nuestras razones son inválidas y nada justifica este comportamiento. Me pregunto si vemos la vida como realmente es, y si en serio pensamos que vamos a seguir así el resto de nuestras respectivas existencias. Me pregunto si vamos a continuar así. Me pregunto si estamos dando la prioridad a las cosas equivocadas. Me pregunto si es cierto que somos todos tan iguales. Me pregunto si estamos sacando fuera del agua nuestra realidad. Me pregunto si hasta ahora vinimos fingiendo, antes de que esta era comenzara. Me pregunto si existimos.