Mrs Hypocrite.

Fue lindo mientras duró, pero algo en mi interior me dice que esto no va para más. No es que me guste, pero, ¿qué otra cosa puedo hacer, o decir? No nos estamos llevando para nada bien. Vos cambiaste, supongo que yo también, y me doy cuenta de que no sos la clase de persona que va conmigo. Porque aparte, siempre soy yo la que supuestamente comete errores, pero si bien es cierto que no te estoy tratando exactamente bien, vos tampoco lo estás haciendo conmigo, a pesar de que discrepes y digas lo que quieras. La verdad, es que ya no me importa. Porque ¿sabés qué es lo curioso? El título de la entrada lo dice. Señorita Hipocresía. Escribo todo esto pero no pienso decirte absolutamente nada. Voy a dejar que las cosas se den solas, que sea lo que tenga que ser, pero no pienso cambiar mi actitud. En este momento un odio me está recorriendo el interior de un modo que apenas puedo explicarlo. Tengo ganas de pararme en frente tuyo y gritarte que sos una reverendísima estúpida y matarte, a pesar de que no lo puedo hacer. En fin. Basta de todo, de ahora en más, sos un cero a la izquierda. Punto final. No valés nada.