¿Cuántas veces me prometiste el cielo? ¿Cuántas veces me juraste que de tus labios sólo salían verdades, mientras la mentira oscilaba lejos de nosotras, partiendo de bocas rotas que no nos pertenecían? ¿Cuántos adjetivos positivos me aplicaste, rogando perdón por todo el prejuicio que previamente al conocimiento en tu mente reinaba? ¿Cuántas veces te acercaste a mí y me sonreíste con tristeza, seguro preguntándote por qué estabas obligada a esconder tu realidad? ¿Cuántas noches me embriagaste desde la lejanía con tus palabras hermosas en mi conciente, para luego enamorarme con tus poemas en el fuego de los sueños de mi inconsciencia? ¿Cuántos juegos, cuántas indirectas permitiste que bailaran frente a mí, sabedora de que mi experiencia me otorgaba el don de interpretarlas correctamente y saborearlas todas y cada una? ¿Cuántas veces me observaste atentamente, buscando la adoración en mis ojos, correspondiéndome? ¿Cuántas veces me hiciste reír de felicidad, contándome historias sobre un mundo en el que nadie más importaba? ¿Cuántas veces me preguntaste si yo sentía lo mismo que supuestamente sentías y me solicitaste que te dijera la sincera verdad con las palabras más exactas? ¿Cuántas veces me dijiste que me amabas con las más perfectas expresiones, haciendo saltar mi corazón, haciéndolo nadar en un mar de chocolate y esplendoroso sol?
¿Cuántos días me permitiste enamorarme así?
No ghosts.
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