Estaba escrito.
Estaba escrito en tus actos y en los suyos. En mis pasiones y emociones. En los gritos y el llanto. En la sensación de abandono constante. En las presiones. En las amistades, las conversaciones, los ojos con los que veía a la gente. En mis palabras, mis gustos. En cómo me decían, los silencios en las horas de la cena.
Estaba escrito en todo que esto iba a pasar.
No me eches la culpa de ser quien soy.
No ghosts.
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