Cuando tropezás con la misma piedra.

Nada de mensajes subliminales.

¿Sabés por qué casi no me duele? Porque no es la primera vez. Porque esto ya me pasó. Porque ya tuve que lidiar con todo esto. ¿Y sabés por qué casi no me duele? Porque sos diferente. Porque en su momento, me dolió la ruptura con una persona hermosa y perfecta, mientras que el día de hoy, la ruptura, es con un ser que aparenta ser algo que no es. ¿Sabés, también, por qué casi no me duele? Porque no me pasa solo a mí. Porque no soy la única que discutió y se alejó. Porque somos más y algún día te vas a dar cuenta. ¿Sabés por qué casi no me duele? Porque a vos tampoco. Porque sé que te da todo bastante igual, aunque finjas que no es así. Porque sé que no nos vamos a pedir disculpas.

¿Y sabés por qué casi no me duele?

Porque aún así, me importa.