20110320

Corre, no llores, vas en buen camino.

Muy a pesar de que mi cerebro me decía que no lo hiciera, mi corazón me decía que sí, así que corrí hasta allí y solté todo. Solté puntos y líneas, colores y colores. Solté mis sentimientos, todos y cada uno de ellos salieron por mi boca, mientras gritaba en silencio que por favor nadie me escuchara. Mis manos manejaban la situación con destreza, una destreza que había aprendido con la práctica. Terminé con el asunto y salí de allí. Me lavé la cara, me lavé mis diestras manos. Salí velozmente y sin pensarlo eché a c o r r e r. Vi que había alguien pero no pude distinguir quién era. Bajé las escaleras al trote y estuve a punto de bajar la siguiente sin antes fijarme la persona que había en ella.
 
Imposible. Ahí estabas. No pensé, reaccioné según mis miedos. Salí corriendo, corrí a toda velocidad. No paré hasta llegar a la escalera opuesta. Tenía las manos empapadas, la cara llena de agua, pero nada me detuvo. Procuré no tocarme los ojos para no correr el maquillaje más de lo que ya estaba. Llegué hasta abajo.

Allí, me arreglé el pelo y entré a otro baño. Me sequé con la ropa y me observé atentamente en el espejo, buscando vestigios de lágrimas. Nada. Perfecto para perfección.
'Cause if I burn, so will you.