No me avergüenza decir que me arrepiento de decisiones pasadas.
Sé que estuvieron mal, y no me molesta aceptarlo.
No voy a ir por ahí fingiendo que no me arrepiento de las cosas.
Me equivoqué, y lo acepto por mucho que me duela.
No me avergüenza reconocer que me equivoqué, aunque sí las decisiones que tomé.
Sigo con la cabeza bien alta.
No ghosts.
Publicar un comentario