Poli bueno o malo?

En las cárceles y los interrogatorios, aprendí que suelen haber dos tipos de policías.

Está el policía bueno, que ofrece un café al acusado, y lo trata amablemente, intentando de ese modo que el tipo se confíe y confiese la verdad tal cual es.

Por otro lado, está el policía malo, que grita al supuesto culpable de los hechos, y lo atemoriza tanto que en su terror el hombre cree que no tiene más alternativa que decir la verdad.

Pero existe uno más. Uno menos conocido, pero no por eso menos efectivo. De hecho, incluso a veces es varias veces más efectivo que los otros.

Está el policía indiferente. El que no atiende ni maltrata al acusado. Simplemente se sienta y hace las preguntas con cara de póquer. Y la indiferencia es algo cien veces más complicado de entender que un buen trato o un enojo, porque el interrogado no tiene idea de cómo tiene que hacer para hacer las cosas bien en un intento de quedar libre.

Una vez más, la indiferencia vence el buen trato y el enojo.