20101013

La cuestión de fondo 2009-2010

Aver, cómo explicarlo. Las cosas se dieron en un margen de tiempo... complicado. Porque sucedieron muchas cosas, que cada una está acostumbrada a pasar en un tiempo determinado más largo o más corto que en el que a nosotras nos sucedió. Pero es comprensible. No nos trataban como seres normales, por lo que, desde ese mismo punto, muchas cosas se vuelven lógicas, fáciles, entendibles.

Todos te hacían la vida imposible, al principio yo también, lo admito; pero con el tiempo perdí el interés. Nada de todo eso tenía sentido. No me interesaba, porque ya tenía bastantes problemas con la mía como para estar preocupándome por la de los demás. Pero entonces una noche, casi sola, decidí hablarte, quién sabe por qué. Creo que estaba aburrida e incluso triste. Mi amiga se hallaba dormida y no sé si previamente habíamos tenido una pequeña discusión. Da lo mismo. El punto es que te hablé y vos me respondiste. Entonces, lógicamente, entablamos una conversación.

A partir de esa noche, hablamos más seguido. Sin martirizarte sin razones, descubrí que podías ser una persona genial, una persona maravillosa que la reprimían sin sentido, que no la dejaban ser, y por eso aparentaba ser alguien tan... no sé cuál es la palabra. Alguien tan cerrado, quizás. Alguien tan... aislado.

Y con el tiempo, realmente nos volvimos amigas. Muy amigas. Yo te contaba cosas, y vos opinabas. Vos me contabas cosas, y yo opinaba. Era realmente divertido. Procuré protegerte de los comentarios de los demás cada vez que pude. Intenté ayudarte, detener tus manos intentando lastimarte, cada vez que te encontré haciéndolo.

Pero yo cambié. Y eso creo que no te molestó en absoluto. Pero acarreó muchas cosas atrás. Comencé a tener intereses que nunca creí que tendría y es hoy que todavía los tengo y no me molesta para nada admitirlo. Tenía cualidades que otra gente no, pero no era un ser anormal. Era simplemente otra chica, otra adolescente con ganas de vivir la vida a su modo, con su gente.

Y evidentemente que esto influyó en vos. En realidad, no sé por qué te prendiste tanto a mis ideas. Pero el punto es que lo hiciste y con saber eso, creo que alcanza.

Te enamoraste de mí, pero para mí eras mi amiga, mi diversión. Eras vos, y no otra cosa.


Pasó un tiempo. Llegaron las vacaciones y yo me fui. Según sé, las cosas seguían iguales entre nosotras. Quiero decir, yo no me había alejado de vos y tampoco vos de mí.

Fue allá, lejos, en otro país, que caí en la cuenta de lo mucho que te extrañaba. Pero mucho más de lo que yo esperaba. Te extrañaba como algo más que mi amiga.

Y hubo un día, en Enero, creo que el 4, que caímos mi familia y yo en la casa de mi tío. Mis padres se fueron al supermercado, mi tío y mi hermano se quedaron jugando, y yo me senté en la computadora y te encontré conectada, como la primera noche. Y hablamos. Pero no me atreví a decirte nada, no sé por qué. Quizás porque también soy un humano y tengo miedos y obstáculos y no me animo a decir ciertas cosas. Pero el punto es que no te lo dije y con saber eso creo que alcanza.

Finalmente, te lo tuve que decir. Días después, por un mensaje de texto. Te lo dije y a vos te gustó y nuestra relación cambió tan sólo en unos segundos. Me acuerdo perfectamente que estaba sentada en el suelo del baño de la planta baja de mi casa, creo que estaba por irme a bañar, si no lo había hecho ya. Me acuerdo de lo que decía el mensaje. Me acuerdo.

Y nuestra relación cambió pero la comunicación estaba limitada porque el crédito del celular no es infinito*. Y volví de mis vacaciones más enamorada que nunca y hablamos y hablamos y te fui a ver.

Y con el tiempo algo pasó. Creo que me escondías cosas. No sé. No me acuerdo. Tiendo a olvidar los malos recuerdos, por lo que no sé por qué pero discutimos, y ese es el punto, que creo que alcanza con tener en cuenta que discutimos. Discutimos y yo me enojé y, por decirlo de algún modo, me alejé.

Volviste pidiéndome disculpas. No sé cuánto tardé en aceptarlas y tampoco sé qué pedí a cambio pero finalmente te disculpé... y creo que es ahora cuando ya no puedo decir que la cuestión es que te disculpé y punto. Me refiero a que no es que sencillamente te disculpé. Te pedí cosas a cambio. Te compliqué.

Tiempo después, volvió a suceder. Y de esto realmente no me acuerdo nada. No sé si te disculpé o no. No sé qué pasó. Pero te lastimé. Te hice mal. No sé si era mi intención o no, pero lo hice, y con eso basta.

Y con el tiempo volvimos a ser amigas. Y vos no estabas bien. Yo me daba cuenta. Te conozco. Mucho. Y no estabas bien y punto.

Y volvimos a discutir. Y es hoy que no sé cómo hacer para arreglar las cosas. Es en serio, che. Entiendo tus razones, entiendo que quizás no quieras disculparme, pero no me tengas dando vueltas. Creo que es algo que no vale la pena, que no tiene sentido, Paw.


*Me gusta destacar una pequeña diferencia con los problemas posteriores involucrada otra gente.
'Cause if I burn, so will you.