20101016

El río que fluía para detenerse.

Era un río común. No, ni siquiera. No era normal porque no corría.

Un día, empezó a fluir con todo su esplendor. Sus aguas se volvieron turquesas y brillantes. Corrían como en ningún otro río. Nadie se detenía a mirarlo, nadie sabía que existía, pero el hermoso río hacía su recorrido felizmente y sin quejas.

De pronto, se detuvo. Sus aguas conservaron el brillo y esplendor, pero con el tiempo lo fueron perdiendo, hasta perderlo casi del todo.

En algún momento, volvieron a avanzar, algunos metros más, pero se detuvieron de nuevo y finalmente perdieron todo su color turquesa, todo aquello que lo hacía magnífico.

Con el tiempo volvió a correr. Pero ya no era especial, era un río como cualquier otro. Sus aguas ya no corrían de ese modo tan singular que tenían de correr. Era un río simple en algún lugar del mundo. A estas alturas, no se sabe a ciencia cierta si alguien sabía de su existencia. Se cree que sí.

Pero ya no tenía sentido.
'Cause if I burn, so will you.