20100913

Felicidad dormida

Te dormís depresivamente a las 4:00 am pensando que al otro día te tenés que despertar temprano para ir a hacer educación física, estás leyendo pero no querés soltar el libro, querés quedarte ahí para que el tiempo pase más lento aunque sabés que lo único que vas a lograr es que a la mañana, el despertarte, te cueste todavía más.
Al final te dormís y soñás, soñás estupideces y no querés despertarte nunca porque, en tu parte conciente, sabés que cuando te despierten va a ser para ir a practicar deportes.
Inevitablemente, te despertás. Pero hay algo raro. La casa está en sile
ncio, intentás ver el reloj pero la neblina en tus ojos no te lo permite. No escuchás ni a tu madre, ni a tu padre, ni siquiera a tu hermano. De pronto escuchás unos ruidos pequeños y constantes que provienen de afuera de la casa. Se hacen cada vez más y más nítidos hasta que caés en la cuenta de que está lloviendo, y de que no tenés que irte hasta el campo de deportes.
El horario de handball empieza a las 10:15, y cuando conseguís ver el reloj en la pared, ya son las 10:15.
'Cause if I burn, so will you.