Odio siempre saber las cosas
antes de que sucedan. Y no porque sea
pesimista, porque no son sólo los hechos
negativos los que sé prever. Me sucede con
todo y todos, y pocas veces me equivoco. Tampoco es por
egocentría, es porque
simplemente es la realidad. Aunque
las veces que me equivoco, me siento
tan mal como cuando
no lo hago.
No ghosts.
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